En la cocina, la luz es clave. No es lo mismo la iluminación que requiere elaborar la comida que comerla. ¿Cuál es la ideal para cada proceso y dónde ubicarla? Aquí encontrarás las claves para acertar.
1. Aprovecha la luz natural de tu cocina
La iluminación ideal de una cocina es el resultado de combinar la luz natural con la artificial. Por eso, si tu cocina cuenta con luz natural aprovéchala, planificando una distribución que no dificulte ni tape su circulación.
2. ¿Para qué utilizas la cocina?
Piensa si solo cocinas, si coméis en ella, si pasáis rato tomando un café y charlando, si trabajáis… Debe haber una luz general pero también una puntual para cada actividad y hay que evitar dejar zonas oscuras.
3. Elige luces de bajo consumo
Las luces downlight son muy recomendables. Son más caras que las halógenas pero consumen un 80% menos, son más potentes, duran más y no dan calor, algo primordial para cocinar.
4. Focos como luz general
Es importante contar con una luz uniforme y constante, de ahí que lo mejor sea distribuir focos por toda la cocina. Se recomienda uno por cada metro cuadrado, aunque puede haber más si el techo es muy alto.
5. Ilumina cada zona por separado
Para mayor comodidad y ahorro, asocia un interruptor a cada zona de la cocina –trabajo, cocción, fregadero…–. Será la mejor manera de controlar el gasto energético al usar solo la luz que necesites.
6. Un área ?de trabajo segura
Es muy importante que la zona en la que manipules los alimentos disponga de una buena iluminación puntual. Sitúa luces bajo los módulos altos. Las hay específicas para este espacio.
7. Ilumina desde los armarios
Añadidos a la parte inferior de los armarios, los halógenos de tamaño mínimo y de entre 10 y 20 W consumen muy poco. Otra opción son las linestras: tubos de luz incandescentes.
8. Planifica la luz de la península
La península puede tener funciones muy diferentes, pero sea cual sea su uso, hay que iluminarla bien. Tienes varias opciones: lámparas de techo, focos halógenos, apliques dirigibles…
9. El mejor led para cocinar
A la hora de cocinar, ver el color de los alimentos correctamente es muy importante y en ello tiene mucho que ver la luz. Un LED con un alto valor CRI (Colour Rendering Index), que indica su calidad, nos permitirá percibir mejor los colores.
10. Luz para ganar confort
Si quieres que tu cocina sea más confortable, añade alguna luz de ambiente como apliques empotrados contra el techo o bañadores de pared abiertos por la parte superior. Te ayudarán, por ejemplo, a iluminar las zonas de paso o las paredes del office.
11. Opciones de luz para una isla
Al ser una pieza polivalente, hay que planificar bien su iluminación. Las lámparas suspendidas son una buena opción. Si la isla incluye zona de cocción, ten en cuenta que las campanas también incorporan luz.
12. Luz dentro de los armarios
Iluminar los interiores de los armarios es una solución muy práctica. Lo habitual es colocar focos halógenos encastrados que se encienden al abrir la puerta. De mínimo consumo, permiten ver los productos de las baldas sin tener que encender otras luces.
13. Cajones y gaveteros iluminados
También para los cajones y gaveteros existen sistemas de iluminación. Se fijan en las paredes de atrás del cajón y se encienden automáticamente mediante un sensor de movimiento. Son de bajo consumo y de larga duración. Y el acceso a las pilas es muy sencillo.
14. Columnas con luz propia
Las columnas extraíbles son espacios muy cómodos para guardar y tener los alimentos a mano. Pero ganan practicidad si instalamos una barra de iluminación. Nos permitirá acceder a los productos con facilidad aun teniendo la luz general de la cocina apagada.
15. La campana como lámpara
Para cocinar con seguridad, también la luz puntual de la campana es importante. Existen campanas que parecen lámparas por su diseño y por su capacidad de iluminación, proyectando una luz brillante en la superficie de cocción y una luz ambiental a la cocina.
16. Puntos de luz que decoran
Las luces pequeñas direccionales son perfectas para iluminar el interior de una vitrina o para destacar pequeños objetos decorativos. De esta forma, les damos importancia y conseguimos una iluminación ambiente con función decorativa además de práctica.
17. Materiales que ayudan a reflejar
Los lacados, blancos, el cristal y el acero son materiales y acabados que ayudan a que la cocina gane luminosidad. La luz rebota en ellos y se multiplica. Eso sí, hay que evitar los deslumbramientos ya que podrían causar accidentes en las zonas de manipulado.
18. Buscar la calidez en el office
La iluminación del office debe ser cálida y las lámparas que lo equipen proporcionadas al tamaño de la mesa. Las suspendidas no fallan ya que su luz incide de forma directa en la mesa. Para evitar que deslumbren, asegúrate de que entre lámpara y mesa queden unos 80 cm.
19. Una suave luz tamizada
Las fosas perimetrales son pequeños zócalos de techo, con linestras o leds, que ofrecen una luz tamizada y muy suave, ideal para iluminar la estancia de forma indirecta y dar calidez al ambiente.
20. Apliques para todo uso
Los apliques ofrecen una agradable iluminación general y luz puntual para trabajar. Los hay de latón, de acero y de cristal, y también puedes encontrarlos con infinidad de estilos. Puedes ponerlos cada 60 cm.